La dinámica e insaciable explotación de plata en el Cerro Rico desde 1545 y la política acuñación de monedas en la opulenta ciudad de Potosí, andando los siglos, dio lugar a adulteraciones y falsificaciones que alcanzaron repercusiones insospechadas en la región.

Asentado el régimen español en las Indias, sus autoridades dictaron ordenan-zas para la instalación de casas de acuñación y por supuesto normas legales hasta en los mínimos detalles. Sin embargo, el control no fue el más estricto y constante.

El Nuevo Mundo era una caja de resonancia de lo que ocurría en España y Europa y en el ámbito monetario no tardo en transplantarse la influencia de la mala moneda.

Los falsarios no tardaron en aparecer.

En diferentes áreas territoriales se imitaban con mucha habilidad las monedas que provenían del otro lado del Atlántico, dándose casos de acuñación fraudulenta con aleación de ley inferior o la tolerancia de la falta de algunos milésimos que se originaba en las técnicas rudimentarias a la fabricación de mala fe.

En 1537, en México luego de levantarse la primera Casa de Moneda ya se produjeron alteraciones en las de cuatro reales (tostones). Los autores no pudieron ser capturados.

En el Virreinato del Perú, los indígenas, valiéndose de su habilidad artesanal no escaparon a la tentación y falsificaron la llamada "moneda corriente" con plomo y cobre plateado.
 

Sheila Beltrán López
 
[Falsificación en Potosí]
[La Falsificación]
[Moneda Falsificada]
[Penas y Sanciones]
[Casos en la República]
[Bibliografía]
 
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