Con el levantamiento libertario de mayo de 1810 en Buenos Aires, las ideas de independencia se expanden en todo el Virreinato del Río de La Plata y la Junta de Gobierno decide enviar expediciones con el nombre de Ejércitos Auxiliadores, al Alto Perú zona realista por excelencia.
Luego de varias escaramuzas los ejércitos argentinos ocupan la Villa Imperial en tres oportunidades: 1810, 1813 y 1815, pero solo en las dos ultimas se toman medidas para la acuñación de monedas.
La victoria patriota de Salta en febrero de 1813, dejo el paso libre al Ejercito Auxiliar Argentino que al mando del Gral. Manuel Belgrano el 7 de mayo de dicho año ocupo Potosí, que había sido evacuado por el General Manuel de Goyeneche el 1° de marzo. La Casa de Moneda fue objeto de mayor atención, rehabilitándola, pues el jefe realista la había sequeado destruyendo materiales, libros y documentos.
En Buenos Aires, la Asamblea General Constituyente recibe un proyecto del Diputado doctor Pedro J. de Agrelo que propone, como medida eminentemente política, la acuñación de un tipo de moneda independiente con la única alteración del sello, reemplazando en los troqueles abiertos el escudo español y el real busto de Fernando VII por el sello de la Asamblea y por el sol de Mayo.
La Villa Imperial estuvo en poder del Ejercito Auxiliar argentino de mayo a noviembre de 1813. La ceca acuño en ese periodo monedas de plata en los siguientes cortes 8, 4, 2, 1, 1/2 real, con la inicial J de ensayador. De oro se conocen 8, 2, 1 escudo con la inicial J de ensayador. No se tiene un ejemplar probatorio de que se hayan sellado escudos de a cuatro.
Numerosos oficiales de la Casa de Moneda huyeron con Goyeneche y por esta razón se debió ascender a oficiales subalternos, muchos de los cuales no estaban suficientemente capacitados pare ejercer los nuevos cargos habiendo cometido numerosos errores. Por ejemplo, el oficial 2do Pedro Venavidez fue promovido a Talla Mayor y el oficio de ensayador se encomendó a un fundidor interino de 67 años, José Antonio de Sierra.
Se comenzó con la acuñación de moneda de plata a fines de junio. En el anverso, tenia un sol y una leyenda al perímetro decía: Provincias del Río de la Plata. En el reverso, una guirnalda de laureles al medio, sujetada por dos manos unidas que sostenían en una vara el gorro frigio de la libertad y la leyenda del perímetro: En Unión y Libertad, año de 1813. La acuñación de plata de 1813 es abundante.
El trabajo con el oro comenzó el 16 de agosto y concluyo el 7 de septiembre, lapso en el que solo se amonedaron 198 marcos, cifra reducida que se refleja en las pocas piezas conocidas. Se ignore si se acuñaron piezas de 4 escudos.
La ultima entrega de monedas patrias se realizo el 18 de noviembre de 1813, el mismo día en que Belgrano inicia su retorno hacia Jujuy después de la derrota de Ayohuma. Previamente el general argentino hizo retirar a la población de la plaza principal y sus accesos, con el fin de dinamitar el edificio de la Casa de Moneda colocándose en gran numero de barriles de pólvora en la sala de Fielatura. Felizmente este plan fracasa por la valerosa acción del patriota Anglada que corto la mecha.
Muchas de las oficinas de la Casa de Moneda fueron destruidas con el propósito de privar de una rápida emisión de monedas a los realistas, quienes solo el 9 de diciembre pudieron reiniciar la acuñación con el busto de Fernando VII.
El fundidor José Antonio de Sierra, cuya inicial "J" aparece en todas las monedas para las Provincias Unidas del Río de la Plata de 1813, fue detenido por colaboracionista y permaneció en prisión por mas de un año hasta el 25 de enero de 1815, cuando el Conde de la Casa de Real de Moneda dictamino su inocencia y lo repuso en su antiguo empleo. El fallo, tiene los siguientes términos: "Autos y vistos... se declare que Don José Antonio Sierra ha purificado su conducta de los hechos de que ha sido acusado y que todos fueron efecto del temor por la fuerza de las armas del gobierno del Río de la Plata, sin que en aquellas circunstancias tuviese libertad de repulsar las ordenes de los mandarines intrusos y en su virtud, libre de delito de infidencia contra el rey, quedando en su buena reputación y fama como lo estubo antes de entrar los insurgentes en esta Villa".
E1 22 de diciembre de 1813 se publico un bando firmado por el Gobernador Lombera, por el cual se mandaba cambiar toda la moneda que fuera sellada para las Provincias del Río de la Plata con aquella que tenia el busto del Rey, dando un plazo de tres días a los vecinos de la Villa Imperial y tres meses a los vecinos de las Provincias cercanas. Este cambio se realizo con la perdida de seis pesos y dos reales por ciento y aquel que hiciese caso omiso, se le consideraría traidor a la causa del Rey.
Casi todo el año de 1814 se fundieron las monedas argentinas y se acuñaron piezas de plata de ocho reales con el busto de Fernando VII.
El general argentino José Rondeau, que había tomado el mando del Ejercito Auxiliar Argentino en 1815, inicia una nueva campaña y en abril los realistas se repliegan hasta Cotagaita permitiendo a las tropas porteñas ocupar nuevamente la Villa Imperial.
Esta vez se logro una nueva emisión de monedas argentinas, pero únicamente de plata, en gran parte con material proveniente de minas confiscadas a los emigrados realistas. Los patriotas se encontraron en series dificultades para reportar a los empleados de la ceca.
En el periodo de mayo a noviembre 1815 se acuñaron nuevamente monedas para las Provincias del Río de la Plata que se caracterizan por tener dos series definidas por su valor, denominándose reales al principio y al final soles. Este cambio se concreto por la necesidad de eliminar de la nomenclatura monetaria la palabra "real", que recordaba la dominación hispánica, mientras que "sol" tenia sus raíces americanas en el imperio incaico.
En este lapso se desempeño como ensayador Isidro Escarza, cuya inicial no aparece en las monedas. A partir del 31 de agosto de 1815, Francisco José de Matos, fue nombrado Ensayador y su inicial "F", apareció en las monedas denominadas reales. Cuando se decidió el cambio de nombre por soles, se incluyo una segunda inicial "L", que corresponde al potosino Leandro Ozio. Las monedas batidas en 1815 son de menor calidad que las selladas en 1813.
Con la evacuación argentina en noviembre de 1815, la villa potosina, fue retomada por los realistas que la retuvieron por largo tiempo hasta que culmino con la dominación hispánica. Posteriormente se acuñaron monedas fernandinas de plata hasta 1825 y de oro entre 1822 y 1824.
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