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un motivo de satisfacciónpara la Comisión Europea cooperar
en la preparación y larealización de esta exposición
que, con el titulo prometedorde “El retorno de Los ángeles”, se
le dedica hoy a la pinturade la época colonial de los territorios
que formaron, a comienzosdel siglo XIX, la actual República
de Bolivia. La Comisión Europea manifiesta así, de manera
concreta,todo el interés que ha puesto en el desarrollo de las relacionesculturales
con países exteriores al continente europeo, cuya historiaha sido
profundamente marcada por la presencia de Europa. Si éstatomó
en un comienzo la forma de un enfrentamiento desigual al serviciode una
voluntad de dominio y de conquista, permitió también,con
esa sorprendente ambigüedad que caracteriza las grandes aventurasde
la humanidad, que el encuentro no se tradujera por la destruccióntotal
del orden antiguo y la imposición pura y simple de un ordennuevo,
sino por la emergencia de una nueva civilización, hecha deuna fusión
hay en día indeleble de tradiciones y de supervivencias,de préstamos
y de asimilaciones. Las artes plásticas son,al mismo tiempo, una
expresión privilegiada, cuya sinceridad nosmaravilla, de esta historia
terrible y fascinante y un instrumento de conocimientoy de desciframiento
sobre el que debemos meditar. La Comisión Europea agradece a la
Unión Latina porhaber tomado, conjuntamente con el gobierno de Bolivia,
la iniciativa deorganizar esta exposición que, después de
una primera etapaen París en la Capilla de La Sorbona, será
presentada enEspaña, en la ciudad patrimonial de Santillana del
Mar, en el corazónde una región cuyos habitantes, a fuerza
de mirar el mar, han terminadopor entrever las costas de un mundo nuevo.
Estoy seguro que tanto el público francés como el españolreaccionarán
con profunda sensibilidad a una primera y doble impresiónde familiaridad
y de extrañeza; que no puede ser sino el preludiode un sentimiento
de originalidad, fuente de respeto y admiración.Artistas y obras,
venidos de España, pero también de Italiay de Flandes, fueron
recibidos y observados en aquéllas lejanastierras. Sus enseñanzas,
escuchadas y olvidadas, aceptadas y superadas,se transformaron, mediante
una misteriosa interiorización, en unmensaje que no habla ya de
conquista ni de derrota, sino de dignidad yde esperanza.
MANUEL MARIN
Vicepresidente
de la Comisión Europea |